lunes, 4 de agosto de 2014

Recife... donde el tiburón acecha

Me quedaban dos noches más en Porto de Galinhas y ya subía sola para Recife. Pero como en la  vida todo cambia de un momento a otro, no solo que no subí sola, sino que el día anterior a irme la conocí a Simone, quien se ofreció a llevarnos hasta Recife. Así que mágicamente nos fuimos en auto, Axel, Mona y yo. Simone nos dejó en la puerta del hostel Cosmopolitan, en el Barrio Boa Viagem (muy caro para mi presupuesto, 45 reales), pero no me quedo otra que pagarlo, ya que era muy tarde, la ciudad es muy grande y no conocía otro lugar. Así que ahí nos quedamos y nos reencontramos con George (alemán) y Mehmet (turco).
Al día siguiente pase una hermosa tarde con Axel y Mona, y a la tardecita me fui a lo de Elinaldo, a quien ya había contactado por couchsurfing y me había aceptado rápidamente. Elinaldo me abrió las puertas de su casa como si nos conociéramos de hace años. Ahí la conocí a Dori (húngara), quien se quedó solo una noche en lo de Elinaldo, pero paseamos juntas dos tardes.

Vista nocturna desde el departamento de Elinaldo
Con Axel y Mona
Recife es arrecife y hace referencia a la gran barrera rocosa de arena que se extiende por toda su costa, formando piscinas naturales. Posee unas playas únicas, con colores impactantes y al bajar la marea el agua es tan calma que invita a nadar. Muchos se atreven, yo no fui una de ellas, después de leer infinita cantidad de carteles advirtiendo la presencia de tiburones.

Fue fundada en 1537, es la capital más antigua del país. Sus principales atractivos son los festejos de carnaval y su amplia propuesta en actividades recreativas y culturales. Sus altos rascacielos vidriados, marcan un increíble contraste con el magnífico paisaje natural que ofrece la costa atlántica. La red de canales y puentes que surcan el casco antiguo de la ciudad, aportan un encanto singular y hacen que la ciudad merezca el apodo de Venecia brasilera. 


Para llegar al centro histórico Recife, desde donde yo estaba parando, cerca de la Prazinha de artesanato en Boa Viagem,  tuvimos que ir hasta la estación de metro del Aeropuerto y de ahí hasta la estación Central, por 1,6 reales. Te bajas y caminas hasta La Casa de la Cultura de Pernambuco en la Calle Peixoto, la cual es una antigua prisión, fundada en 1850, tenía una capacidad para 200 presos y en 1973 se reformo, se restauró y se la convirtió en lo que es hoy en día.


De la Casa de la Cultura por la calle Barreto, bajas hasta el Patio de San Pedro, el cual está hecho de calzadas de piedra, rodeadas de construcciones de los siglos XVIII y XIX y en la que se encuentra la Concatedral de San Pedro dos Clérigos. 



Siguiendo para abajo, con dirección al mar y caminando entro un gran mercado de frutas, en el que los colores llaman la atención de uno, se llega al Mercado de San José, el cual es del año 1875, es una gran estructura de hierro y en el que podes encontrar gran variedad de artesanías, hierbas medicinales, frutas, productos de mar y artículos religiosos de Umbanda. 


De ahí y cruzando por el Puente 12 de Septiembre, llegas a Caixa cultural de Recife, a la Embajada dos Bonecos (muñecos) Gigantes, donde se exhiben los muñecos usados durante el carnaval y a la Torre Malakoff, entre tantas otras cosas.






Olinda

Para llegar desde La Prazinha de Boa Viagem, se puede tomar un bus ahí mismo hasta la Praza do Carmo en Olinda (3,35 reales) Desde esta plaza es el mejor lugar desde donde comenzar la caminata, ahí mismo hay un centro de información turística en el que te dan un mapa y te indican como realizar el recorrido.
Comenzando por la Calle Sao Francisco, donde en el inicio se encuentra la Iglesia de Nossa Senhora do Carmo.


A la derecha te encontras con el Convento de Sao Francisco y






















al final con la Igreja Nossa Senhora das Gracas.


Ahí mismo hay que doblar a la izquierda por la calle Bispo Coutinho, hasta la Praca Se, donde hay una gran cantidad de puestos de artesanías, y se encuentra a Igreja do Senhor Salvador do Mundo,


el elevador (5 reales el ascenso) y el Museo de Arte Sacra de Pernambuco.



Siguiendo siempre por la misma calle se pueden ver el Convento de Nossa Senhora da Concepción y la Igreja da Misericordia, ahí mismo la calle cambia de nombre por Ladeira da Misericordia, la cual más adelante pasa a ser Bernardo Viela de Melo, donde los colores de las casas forman un eterno arco iris y


donde puedes conocer las Ruinas del Senado, el Mercado da Ribeira (donde exponen los enormes muñecos que se utilizan durante el Carnaval en Olinda).


Y por la Calle Sao Bento puedes visitar el Museo do Mamulengo, El Archivo Publico Municipal, El Palacio dos Gobernadores y


al final de la misma el Monasterio de Sao Bento.


Por último, hay que regresar un poco y doblar a la derecha por la Calle General Meira Vanconcelos, ´por donde se desemboca nuevamente en la Igreja do Carmo, en la Plaza con el mismo nombre.



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