Una vez embarcadas, el ferry enciende sus motores y salimos. Al asomarme desde el borde de la embarcación pude ver que estábamos navegando sobre agua cristalina, en realidad transparente, que aparentaba ser un vidrio, a través del cual se podían ver diferentes peces e inmensos corales. Después de tanto imaginarlo, después de soñarlo, estábamos en el Caribe.
Playa Norte. Isla Mujeres |