Después de 153 días en Brasil, cruce la frontera hacia Perú el día 22 de Septiembre.
Con una mezcla de sensaciones increíbles, contenta porque iba a comenzar a ver cosas, culturas, paisajes y personas diferentes y un poquito angustiada por que dejaba muchas vivencias compartidas, personas queridas que fui despidiendo en el camino, recuerdos que jamas voy a olvidar, la añoranza de haber vivido el mundial en esas tierras (la final en Río de Janeiro), a Salvador de Bahía que me abrió las puertas durante dos meses y donde conocí personas únicas, el intento fallido de aprender a bailar zamba y forró, el haber cruzado el Amazonas en dos barcos diferentes, nadar con los delfines en Pipa, ver a Olodum en vivo, las personas que se detuvieron cada vez que hice dedo y me ayudaron como pudieron, esas playas maravillosas, esa música que suena donde vayas, los deliciosos salgados, el refrescante dim dim, todo esto y mas, hacen que yo asegure que a Brasil voy a volver.