lunes, 21 de abril de 2014

Cataratas del Iguazu... un lugar con magia

Después de una hora cuarenta de vuelo llegamos a Iguazú y  la idea era tomar una de las combis que van para Puerto Iguazú y que nos bajen a mitad de camino en las Cataratas, ya que era el medio más económico, $40.-  cada una. Pero no paraban en la ruta, por lo que tuvimos que tomar un taxi, que nos salió exactamente el doble, era la única manera de ir a Cataratas sin tener que ir primero a Puerto Iguazú.


El taxi nos dejó en la puerta del Parque, no podía ser de otra manera, después de lo que nos cobró. Como fuimos directo del aeropuerto, lo primero que tuvimos que hacer fue localizar el lugar donde te daban las llaves para guardar las mochilas en un locker, te los cobran $ 50 y son bastante grandes, yo puse las dos mochilas (grande y de mano) en el mismo.
Sacamos la entrada al Parque, la cual nos la cobraron solo $65 por ser residentes argentinas, si sos del Mercosur te sale $ 115 y si sos del resto del mundo $ 170. Se puede ingresar a las 8 hs de la mañana y podes quedarte paseando y disfrutando hasta las 18 hs.

El Parque es muy grande y tiene tres recorridos importantes, Circuito Superior (más corto, unos 650 mts) de fácil acceso y sin escaleras, el Circuito Inferior (más largo, unos 1700 mts) con escaleras, algunas bastante empinadas, y la magia del parque, La Garganta del Diablo, es un salto de 80 mts de altura, donde al llegar, después de un corto viaje en tren dentro del parque y una caminata de unos 1100 mts por una pasarela, te quedas sin aliento, la inmensa caída de agua, que al mirarla fija parece hipnotizarte y que permite emocionarte hasta las lágrimas, es una de las cosas más maravillosas. 


El lugar es tan imponente que nos hace recordar lo pequeños que somos en este mundo. Llegas y no podes dejar de asombrarte, es tal lo que uno se deslumbra, que no sabe hacia dónde mirar, uno esta tan entusiasmado que hasta casi ni le importa mojarse con el agua que salpica desde la catarata cada vez que sopla algo de viento. Te mojas de pies a cabeza, tu cámara de fotos llena de gotas, pero aun así seguís insistiendo para acercarte y verla una y otra vez. Es un espectáculo único que nos brinda la naturaleza. La caída de agua es tan violenta que produce una niebla constante y cada vez que el sol se asoma, aparecen los siete colores del arco iris, la belleza es insuperable.

Una falla geológica producida en el cauce del río Paraná hizo que la desembocadura del río Iguazú quedara convertida en una abrupta cascada de 80 metros de altura. Desde aquel punto, donde se originaron las Cataratas, hasta donde hoy en día se encuentra la Garganta del Diablo existen 27 kilómetros de distancia, debido al retroceso lento erosivo, pero continuo en la posición de las Cataratas. Dependiendo de si el río tiene mas o menos caudal, se pueden admirar entre 160 y 260 saltos, que serían aprox. unos 1500 metros cúbicos de agua por segundo.

Durante el recorrido te cruzas con coatíes muy atrevidos, que si te descuidas te roban lo que tengas para comer, de una forma tan rápida, que no te dan tiempo de detenerlos. También se ve una importante cantidad de mariposas, con una variedad de colores increíbles.


Es mi segunda vez en las Cataratas, la primera fue en el 2010, y puedo decirles que volvería mil veces mas. 


Cerca de las 18 hs salimos del parque, muy cansadas y nos tomamos un micro que nos salio $ 35, hasta Puerto Iguazu. Fuimos directo para el Hostel Sweet, a una cuadra y media de la terminal, donde pagamos $ 100 cada una la noche.




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