Cafayate y un hermoso recorrido

Tras un buen rato de viajar en la caja de una camioneta desde Las Ruinas Quilmes, llegamos a Cafayate. Lo primero que hicimos fue ir a buscar alojamiento. Nos quedamos en el Hostel Lavaque, en el que pagamos $ 20 la noche por persona.

Cafayate esta también ubicada en los Valles Calchaquíes y es la ciudad mas importante dentro de estos; se la conoce principalmente por sus grandes viñedos y bodegas.

En el centro de la ciudad esta la plaza principal, la cual es muy muy linda, aun se mantiene la arquitectura colonial, lo que hace que sus calles sean dignas de recorrer.

Después de pasear un rato y contratar una excursión para el día siguiente (no nos quedo opción, ya que no contábamos con muchos días y había muchos lugares para conocer) nos fuimos a comer unas empanadas a lo de Juan, nos los recomendaron los lugareños, muy familiar y las empanadas deliciosas.

Al día siguiente salimos a las 7 hs con la excursión y durante todo el día recorrimos estos lugares...

San Carlos

Fue nuestra primer parada, es un pequeño pueblo histórico fundado en 1551, donde todo parece haberse detenido en el tiempo, calles de tierra y angostas, casas de adobe. Se encuentra a unos 1600 msnm

Quebrada de Las Flechas

Es un paso obligado en el trayecto de la Ruta 40, es un accidente geográfico que se extiende unos 20 km.

Son formaciones rocosas punteagudas inclinadas, que forman estrechos pasadizos con paredes de 20 m de altura, mientras se las atraviesan, destacan el paso del Ventisquero y en especial el paso de la Flecha, que se asemeja a un glaciar petrificado de puntas agudas.

Los colores son increíbles y van variando durante el día según la posición del sol. Brillantes por la mañana y ocres por la tarde.

Angastaco

Para nuestra sorpresa, ahí, en el medio de la nada, o mejor dicho en el medio de todo, entre el verde de los cultivos, el blanco del suelo arenoso y el azul del cielo, estaba este pueblito que te deslumbraba al instante de llegar. Se encuentra en un valle a 1990 msnm y es atravesado por el río del mismo nombre.

Hasta el año 2001 solo contaba con 881 habitantes, y por lo poco que pude ver, 7 años después no creo que superen los 1000. Todas las casas son de adobe y la mayoría con galerías externas.

Vieja Iglesia de Angastaco

Esta Iglesia  fue construida en 1945 por el vecindario del lugar con materiales de la zona: adobes, techo de caña y piso de ladrillo, en el predio de la Familia Cruz. 

Molinos

Después de 40 km desde Angastaco, llegamos a Molinos. Otro pequeño pueblo y con similares características, aunque algo mas grande que el anterior. Fundada en el 1600 y ubicada a 2000 msnm.

Cachi

Seguimos el recorrido hacia Cachi y en el camino hicimos una parada en una humilde casa, en el medio de la montaña, donde vivían un señor y una señora, Dionisia, con ella estuvimos charlando y nos contó lo que ellos hacían ahí. Desparramados por todo el suelo había ajíes, y ellos al rayo del sol se encargaban de seleccionarlos a mano, dependiendo si servían para pimentón o para ají molido. Uno a veces ve en que condiciones trabajan ciertas personas y se pregunta... de que se quejan muchos?

Dionisia

Cachi es mágico, me enamore del lugar. Conserva todas las características coloniales del año en que se fundo, 1617. Se encuentra a 2280 msnm y rodeado de imponentes montañas de mas de 5000 mt de altura.

Sus casas son de adobe pintadas de blanco y con madera de cardón, establecidas sobre basamentos de rocas, teniendo las ventanas antiguas rejas de hierro forjado. Recorrimos sus calles, comimos, descansamos y volvimos a salir.

Cachi

En el trayecto de vuelta pasamos por el Parque Los Cardones, quede sorprendida por la cantidad y la altura que tenían, había cardones hasta de 16 mts.

La ruta de de regreso serpenteaba, estábamos a gran altura y la vista era impagable y única. Estábamos a unos 3360 msnm. Hicimos paradas en Piedra del Molino y en La Cuesta del Obispo, nos sacamos fotos y nos deleitamos con semejantes paisajes.

Llegamos a Cafayate, fundidas, fuimos a comprar la excursión para el día siguiente y nos acercamos hasta la plaza central donde había un festival y daban locro, ya se podrán imaginar lo rico que estaba. Y de postre nos tomamos un helado de vino, si van a Cafayate no dejen de probarlo.