viernes, 3 de abril de 2015

Perú... sus playas

Paracas

Durante mi estadía de un mes y medio en Lima, mis únicos cuatro días seguidos libres fueron en Semana Santa, y justo el viernes mi cumpleaños. Por lo que decidí irme a la playa, a cuatro horas de Lima en bus esta Paracas. Hay varias opciones de empresas de buses para ir, yo opte por la mas barata y la mas cercana al hostel, Flores, el bus normalmente esta 25 soles, pero al ser feriado me salio 30 (todo pero todo mas caro, mal momento elegí para salir, pero fue el único que tenia) y en vez de cuatro, tardo siete horas en llegar.


Paracas significa Lluvia de Arenas, ya que sus fuertes vientos llegan acompañados de arena, es un pueblito portuario hermoso, tranquilo, con playas serenas, donde podes encontrar hostels desde 10 soles a hoteles lujosos de mas de 500 soles. Durante el día el calor se hace sentir y la brisa al caer el sol te refresca.

Semana Santa, los hostels muy caros
Como tome el bus mas económico, no llego hasta Paracas (solo llegan Cruz del Sur y Oltursa), sino al cruce de Pisco, donde me baje y ahí mismo conocí a una colombiana y dos españoles, con quienes compartí el taxi hasta Paracas, 5 soles cada uno.
Por supuesto que los hostels que en cualquier momento cuestan entre 10 y 15 soles, superaban los 40 (recuerden, era feriado) por lo que comencé a buscar a Renata, una chica brasilera que había conocido en Lima y estaba acampando ahí (por suerte yo había llevado mi carpa). Terminamos acampando en la playa, haciendo un lindo fogón y compartiendo con otras personas que también estaban acampando ahí.


Al día siguiente a las 5 de la madrugada arriba, habíamos reservado la excursión para Isla Ballestas, la excursión podes comprarla en el muelle mismo, el valor es de 35 soles.


Hay que tener en cuenta que también te cobran la entrada al parque nacional, 12 soles, pero si tenes pensado también ir a visitar el Parque Nacional Paracas, te conviene pagar 15 soles y te incluye los dos. Además de eso hay que pagar 2 soles de acceso al muelle. La excursión normalmente dura 2 horas, media hora para ir, media hora para regresar y una hora para sacar fotos a las islas y animales que hay en ellas. No se puede bajar del bote. En el camino hacen una pasada por el famoso candelabro, inmenso, dibujado sobre la cambiante superficie de la arena, sin que jamas se haya borrado. Se pueden ver lobos marinos, pingüinos y otras aves.



Regresamos de la excursión y salimos a hacer dedo para llegar al Parque Nacional Paracas, en menos de 10 minutos nos levantaron unos chicos. Pasamos por Playa Roja, pero nos quedamos a pasar el día en Playa Minas, al llegar tenes una vista increíble desde los acantilados, y al bajar te encontras con una playa de mar azul y frías aguas, resguardada con los altos paredones.


Pasamos el día ahí y volvimos a dedo nuevamente hacia Paracas.
El día anterior habíamos pasado por El Hostel Atenas y nos habían ofrecido armar la carpa ahí por 30 soles las dos. Así que ahí fuimos... nos atendieron padre e hijo, la amabilidad era por demás, un lugar cien por ciento recomendable.
Ese día era mi cumple, yo ya me estaba yendo a dormir, cuando escucho a Dani que les cuenta a un grupo de chicos de Canadá y unas chicas de Colombia, y todos comienzan a insistir para que saliera. Resumiendo, terminamos yendo al bar del hostel Kokopelli, y me invitaron todos los tragos, igualmente después de un rato... a dormir.


Al día siguiente bien temprano nos fuimos para Ica, de Paracas al Cruce de Pisco fuimos en un taxi que compartimos con una señora por 5 soles cada una y del Cruce tomamos un bus por 5 soles hasta Ica.
Desde la terminal misma tomamos un taxi, por 2 soles, hasta Huacachina.
Que decir de Huacachina? Me imagine otra cosa, lo idealice y me decepcione. Por eso, lo llame el falso Oasis. Yo creí que realmente estaba en el medio de los médanos y que no era de fácil acceso. No solo que se llega en taxi, sino que también tiene calles asfaltadas y muy sucio para mi gusto. Tal vez no fui en la fecha correcta, la cantidad de gente era demasiada y eso también ayudo a que no me gustara.


Disfrute mucho de la caminata por los médanos, a pesar del calor, y aprecie la vista desde lo alto.
De Ica regrese directo a Lima, en Flores, pero directo, lo pague 50 soles, el mismo sale mas económico fuera de semana santa.



Trujillo- Huanchaco

Casi todos los buses directos de Huaraz a Trujillo salían de noche, ya nos habíamos tenido que quedar unos días de mas porque había estado descompuesta, así que decidimos irnos a la mañana. Nos tomamos el bus Alas peruanas a Chimbote por 20 soles, después de unas 5 horas llegamos y en la terminal misma nos tomamos otro bus a Trujillo, por 8 soles, cuidado, algunos quieren cobrarte mas de 12 soles, el viaje fue de unas 2 horas. Nosotros no nos queríamos quedar en Trujillo, queríamos ir a Huanchaco. Como en casi todas las terminales, al bajar del bus se nos tiraron encima decenas de taxistas, con cifras ridículas y diciéndonos que no había micros de línea para ir hasta Huanchaco. Salimos a la calle y a tan solo dos cuadras nos tomamos una mini van, de esas que parecen que no van a llegar a destino, por tan solo 1,5 soles. Después de 40 minutos viajando con las cuatro mochilas encima en un espacio mas que reducido, llegamos, ya era de noche. Juli se quedo con las mochilas y y yo salí a buscar hostels, conseguimos en el Hostel Huanchaco Inn, en habitación privada con baño privado a 10 soles cada uno.


Huanchaco es una pequeña ciudad costera, con playas muy lindas, las del centro son muy pedregosas, pero si caminas un rato, hay playas mas extensas y de arena. Nos hay mucho para hacer, es un lugar para descansar y caminar por sus hermosas callecitas. Estan las Ruinas de Chan Chan a solo 10 minutos de Huanchaco, fuimos pero cuando llegamos sentimos que no valia la pena pagar los 10 soles de entrada, no eran gran cosa.


Máncora

Queríamos llegar a dedo de Huanchaco a Mancora, salimos bien tempranito, nos tomamos un bus hasta el ovalo, caminamos hasta una estación de servicio y enfrente nos paramos a esperar con las mochilas, mas que a esperar, a estirar nuestros dedos con dirección a Mancora o cualquier otro destino en el camino. Después de casi una hora de espera, llegaron nuestras sonrisas a la cara cuando Lalo freno a unos metros de nosotros, un señor que trabajaba en el campo, muy amable, nos llevo hasta Paijan, un pueblito que estaba unos 75 km mas adelante. En el camino nos compro una bebida helada de Linaza con cebada, deliciosa.
En Paijan bajamos las cosas, nos volvimos a acomodar al costado del camino y en menos de cinco minutos, Beto se detuvo frente a nosotros y nos dijo que iba unos pocos km mas adelante, como siempre decimos, mientras que avancemos… todo sirve. Nos adelanto unos 45 km hasta el pueblito Ciudad de Dios. Ahí nos quedamos un rato para comer, compramos unas papas rellenas riquísimas, bajo la sombra, ya que el calor era intenso y estábamos en pleno mediodía.
Con la panza llena, mochilas a nuestros costados y pulgar arriba, esperamos a que alguien nos avanzara unos km mas. Después de casi media hora, vimos venir una camioneta enorme con un trailler con un arenero de carrera atrás que ya había pasado en el primer tramo y no nos freno, pero esta vez se detuvo a pocos metros de nosotros y corrimos hacia allá. Nuestra sorpresa fue ver que adentro ya había 5 personas, una de las cuales iba tirada en la caja de atrás, con techo, cargada hasta mas no poder. Nuestras mochilas las metieron por la ventana de la caja, el que estaba sentado adelante se paso atrás con los otros dos, y Julian y yo adelante, imagínense como íbamos, ninguno de los dos somos de talla chica. Nuestras mochilas de mano las llevaban en sus piernas los tres que iban atrás. Voy a reconocer que al principio me dio un poco de miedo, eran cinco hombres, pero después de unos pocos minutos y charlar un rato, me di cuenta que eran personas muy buenas y con ganas de ayudar, ellos venían muy cómodos y de repente viajaban apretados, con nuestras mochilas encima, sin necesidad. Frenamos en una estación de servicio y nos compraron agua y alfajorcitos con dulce de leche (manjar blanco en Perú), fue la gloria. Debo reconocer que fue el viaje a dedo mas divertido que hice hasta ahora, nos reímos tanto. Y el que conducía, Jimmy, un señor de mas de 50 años, en un momento nos dice, que bueno que los subí, con estos ya no teníamos de que hablar, venían de mas de 24 horas de viaje, de una carrera en Nazca. Y para nuestra suerte (salvando la incomodidad) nos llevaron hasta Piura, unos 350 km. Cuando llegamos, no nos dejaron en cualquier lado, no solo que nos dejaron en la puerta de la terminal, sino que Jimmy se bajo con nosotros para ver si teníamos pasaje a Mancora, sino nos ofrecia quedarnos en su casa. Pero había pasaje en cinco minutos, descargamos todo, nos despedimos, mas que agradecidos y nos tomamos el bus a Mancora, ya era de noche para seguir haciendo dedo. El bus nos salió 16 soles.

Mancora, ese lugar en la playa del que hablan todos los viajeros que andan por Perú, a mi mucho no me gusto, sus playas son hermosas, pero el pueblo me pareció muy descuidado.




Los hostels eran mucho mas caros que en cualquier otro lado, así que nos quedamos en un camping, por 6 soles, el cual no recomiendo para nada, cuando preguntamos nos dijo que tenia baño y ducha, mi sopresa fue cuando al ir al baño, eran solo cuatro paredes de madera, en el medio un inodoro sin tapa ni nada, del cual iba todo a un pozo, y al lado un balde (para tirar la cadena, jaja) y a al día siguiente cuando me fui a bañar, entre a otro cuadradito de madera donde había un cartel que decía duchas, inocente yo buscando la canilla y la ducha, Salí pregunte y me señalan un balde, si siii, un balde.


El balde y un tarrito eran la ducha, menos mal que el calor en Mancora te obliga a ducharte con agua fría. El primer día me puse como loca y decía que al día siguiente me iba de ahí, pero como siempre me termine encariñando y nos quedamos 3 noches, después de todo, lo importante era que había agua para darnos una ducha.
Aprendiendo cada día... que se puede vivir con muy poco.

Los Órganos, es un pequeño pueblito a tan solo 13 km de Mancora, sus playas son tranquilas, pocas personas y la mas visitada es Punta Veleros







No hay comentarios:

Publicar un comentario

Hoy mi casa son dos mochilas y el mundo. Relato cada paso de mi viaje, intentando contagiar a quienes no se atreven a soñar.
Dejame tu comentario o cualquier consulta y a la brevedad recibirás mi respuesta.
Si te gusta mi blog, podes suscribirte por mail y además... compartirlo.