El Parque se originó con la orden de los carmelitas descalzos, en el siglo XVII, ya que necesitaba crear un convento que sirviera de retiro y meditación cristiana, alejado del ruido de la ciudad. El monasterio era un enorme complejo formado por el claustro principal, celdas, refrectorio, biblioteca, cocina, hospederías, lavandería, huerta con capillas y caballerizas.
En la época de la independencia, la orden tuvo que abandonar el lugar y cederlo al entonces gobierno de la capital virreinal. Posteriormente fue abandonado y sirvió como guarida de ladrones incluso se instaló una fábrica de dinero falso. Después de la Reforma, los gobiernos reconocieron el valor de la zona y se declaró como zona de reserva forestal en 1876.
Después de recorrer el convento nos fuimos a pasear por los hermosos bosques, encontramos un arroyito, por el cual fuimos ascendiendo, disfrutamos mucho del paisaje, de la vegetación, del aire puro que se respira en lugares como esos.
Tomamos unos mates y emprendimos el regreso.
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Hoy mi casa son dos mochilas y el mundo. Relato cada paso de mi viaje, intentando contagiar a quienes no se atreven a soñar.
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