jueves, 15 de junio de 2006

Dos viajes no planeados

Durante los meses de estadía en México D.F, tuvimos la oportunidad de hacer dos viajes ( A un Spa en Cuernavaca y paseo en yate por Acapulco), que nosotras podríamos haber hecho pero no de esa manera y en esas condiciones. A ambos fuimos invitadas por el dueño de la empresa donde trabajábamos, ya que mi amiga lo conocía desde chiquita y a causa de un accidente de motos que el había tenido hacia poco, no podía manejar, su novia no sabia, y fue a mi a quien le pidió que lo hiciera, por supuesto aceptamos gustosas.


Cuernavaca en un Spa, impensado para nosotras.

Salimos cerca de las 11 hs y llegamos a las 14 hs al  Spa Mision del Sol .
Por supuesto que de Cuernavaca no conocimos nada, estuvimos los dos días exclusivamente en el Spa e hicimos todo eso que por nuestra cuenta jamas hubiéramos podido hacer. Piscina, jacuzzi, gym, sauna, desayuno a la habitación.
El sábado nos quedamos casi todo el día en la piscina, una rato de jacuzzi y sauna y a dormir temprano.
El domingo, después de desayunar en el parquecito de la habitación, fuimos a recorrer todo el predio, que era muy lindo, mucho verde, con senderos que revitalizaban al transitarlos respirando aire puro.

Un fin de semana reconfortante y saludable, para comenzar el lunes con la jornada laboral.



Julio 2006
Disfrutando Acapulco

Salimos el sábado a la mañana, nuevamente maneje yo y llegamos a la tarde. Matias ya nos había contado que íbamos a una casa grande en Acapulco, donde estaban las/os modelos de la agencia haciendo unas sesiones de fotos.

Nunca nos imaginamos con lo que nos íbamos a encontrar. Entrando a la ciudad, subimos a unos de los morros o cerros, realmente no se como se los llama allá, donde se encuentran las casas mas lujosas de Acapulco, subimos por una callecita, pasando por casas, o mejor dicho mansiones, que eran una mas linda que otras. Y alla, al final de la calle, llegamos a la casa donde estaban los modelos y donde nosotros nos íbamos a quedar. No puedo decir mucho, mas que tenia unas 10 habitaciones, piscina con jacuzzi, donde justo en el momento que llegamos estaban haciendo una sesión fotográfica, y borde sin fin con vista al mar, estamos hablando de que estábamos a una altura considerable desde donde podíamos ver todo. Al mediodía, el almuerzo nos los traían mozos, vestidos para la ocasión.
Por supuesto que nosotras nos quedamos un rato y a la tarde, nos tomamos un taxi directo a la playa, todo muy lindo, pero estando en Acapulco no nos íbamos a quedar todo el día en una casa.
El calor y la humedad eran extremos. Nos quedamos en la playa, donde conocimos a unos chicos que nos invitaron unas cervezas y cerca de las 21 hs regresamos, después de meternos varias veces al mar, de noche inclusive, después de sorprenderme de la transparencia del agua, era mi primer vez en playas con esas características, hasta que mas adelante conocí el Caribe. Nos sirvieron la cena y cuando todos se fueron a dormir nos zambullimos a la piscina, silencio, paz y una vista única. Que mas podíamos pedir?

Al otro día, nos levantamos y de nuevo a la playa, esta vez a playa Majagua, en Puerto Marquez. Había mucha gente, pero nosotras conseguimos un lugarcito donde no había nadie. Nos metíamos al agua hasta el cuello y nos seguíamos viendo los pies, yo no lo podía creer. 

Nos habían invitado a una sesión de fotos en un yate, pero como yo no quería ir, fue Ivi y yo me quede sola en la playa como una hora. Lo disfrute muchísimo.
Al rato me llama Mati para avisarme que después de la sesión en el yate,se volvían directo al DF, así que me fui volando a buscar las cosas y me fui con ellos. Menos mal que fui, al día de hoy jamas me volví a subir a un yate de ese tipo, dos horas en el mar, sacándonos fotos, tirándonos al agua y sintiéndonos famosas por un rato. Ja!
Bajamos y emprendimos el regreso.

Fueron las únicas dos veces que hice este tipo de viajes, mas adelante descubrí una manera distinta y hermosa de viajar, interactuando con los lugareños y conociendo lugares poco turísticos.

Del tipo de viajes que nunca planeo.








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